El encabezamiento de este artículo no es ni mucho menos una máxima que se cumpla en todos los casos. No todos los complejos hoteleros quieren -o pueden- permitirse contar con firmas de artistas para el diseño de sus establecimientos. Lo que sí es cierto es que invertir en arte es un valor añadido que aporta un plus de exclusividad al negocio. Asimismo, le aporta una personalidad que cada vez más el cliente busca a la hora de escoger un hotel. Y no digamos los amantes de la cultura.
El auge de los hoteles con arte en España
Aunque todavía a cuentagotas, pero cada día se suman a la lista más hoteles donde el arte es un huésped más. España cuenta con interesantes propuestas. En grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero también Valencia, encontramos ejemplos destacados.
En el Hotel Balneario Las Arenas de Valencia, un magnífico complejo hotelero en el Mediterráneo, puedes degustar una deliciosa cena en el restaurante Sorolla. Y el nombre no es solo como homenaje al pintor valenciano de la luz, sino porque en sus paredes cuelga un magnífico retrato femenino del artista. Un lujo, se lo aseguro.
El Majestic Hotel & Spa de Barcelona ofrece la colección Soldevila que cuenta con firmas tan prestigiosas como Miró, Tàpies, Chillida, Guinovart, Plensa o Miquel Barceló, entre otros.
Claro que estos son ejemplos de hoteles calificados como alta categoría. Lo que llamamos 5 estrellas. Eso no significa que el arte emergente no esté al alcance de otros establecimientos que no están en el Olimpo de las grandes cadenas.
Hoteles con arte local: Una apuesta por la cultura
Otro de los aciertos, para mí, más frescos, es la apuesta por el tejido cultural local. En Mallorca, por ejemplo, hay varios hoteles que presentan obra de artistas y artesanos de la zona. Y aunque son minoría, creo que el arte tiene todavía un fructífero camino que recorrer junto al turismo hotelero.
Quien ya ha hecho ese camino es Maseda. Desde que en 2005 el artista iniciara su carrera artística sus admiradores no han hecho más que aumentar. Su estilo de gran carga expresiva, guiños al street art y dominio del dibujo son sus mejores aliados.
Ferviente seguidor del retrato, ya son muchos los rostros conocidos (y anónimos) que han colonizado el lienzo. Desde el blanco y negro con toques añadidos de flúor -en especial el fucsia- Maseda ha logrado adquirir una personalidad propia a medio camino entre la figuración y el expresionismo abstracto. Sus retratos psicológicos atraviesan el alma de sus personajes arrastrándonos hasta un mundo de locura, rabia, indignación o miedo. Maseda gusta de personajes frágiles, sensibles y en muchos casos atormentados.
UMusic Hotel Madrid: Un hotel con arte de Maseda
En 2022 el artista recibió un singular encargo para la decoración de un céntrico hotel en la capital de España, el UMusic Hotel Madrid. Este hotel es conocido por rendir homenaje a la música y al arte en sus diferentes plantas. Quienes lo han visitado o se han alojado aseguran que es un museo de inspiración urbana. Maseda es el encargado de intervenir en la cuarta planta donde sus colores fetiche: rosa, blanco y negro, comparten protagonismo con ese gesto tan característico. La luz flúor es otro de los elementos más destacados de esta intervención. El hotel es, en definitiva, una simbiosis de arte urbano y música que se ha revelado todo un acierto.
¿Porqué escogieron a este artista? Maseda es uno de los creadores emergentes de la Nueva Figuración más notables de los últimos años. Su carácter gestual, la fuerza del trazo y su capacidad con el dibujo lo han convertido en uno de los artistas más buscados. Se mueve como pez en el agua con las redes sociales y desde ahí ha llegado a seducir a miles de seguidores. En pocos años el artista ha dado un salto cualitativo y hoy su obra cuelga de algunas de las casas más lujosas de este país. Muchos famosos, pero también coleccionistas anónimos hacen cola para encargar un retrato.
Tampoco fue causalidad que recibiera este encargo en 2022, año en el que su esfuerzo empezó a verse recompensado. Uno de los hitos más importantes arrancó en el mismo mes de enero de ese año cuando el artista grabó un documental para Prime Video y Mediaset sobre la figura del entrañable Ángel Nieto. Al principio de cada capítulo del documental aparecía Maseda pintando un retrato del piloto en la propia casa que Ángel Nieto tenía en Ibiza. La obra fue, además, la imagen del documental. La miniserie se estrenó ese mismo verano, tanto en Prime video como en Telecinco, Cuatro y Mitele plus. Además, una de sus obras se convirtió en la portada del disco del artista Nani Cortés y fichó por la prestigiosa galería de arte Caelis, en Shanghai, dando el salto al mercado asiático.
Más joyas artísticas en el paisaje hotelero español
El maridaje entre arte y hostelería encuentra un terreno especialmente fértil en los hoteles asociados a campos de golf. Estos establecimientos, conscientes de la sensibilidad artística de gran parte de su clientela, han apostado fuerte por integrar obras de arte en sus instalaciones. El Finca Cortesín Hotel, Golf & Spa en Málaga es un ejemplo paradigmático de esta tendencia. Este lujoso resort no solo ofrece un campo de golf de campeonato, sino que sorprende a sus huéspedes con una colección ecléctica que abarca desde antigüedades hasta arte contemporáneo. Sus pasillos y zonas comunes son una galería improvisada donde conviven esculturas romanas con obras de artistas actuales como Manolo Valdés.
Por su parte, en el norte, el Gran Hotel Domine Bilbao, situado frente al icónico Museo Guggenheim, no se queda atrás en su apuesta por el arte. El lobby del hotel está presidido por una imponente instalación del artista vasco Javier Mariscal, «El Gran Árbol», que se eleva a lo largo de los cinco pisos del atrio. Además, cada una de sus habitaciones cuenta con obras originales de diferentes artistas, convirtiendo la estancia en una experiencia cultural en sí misma. Estos ejemplos refuerzan la idea de que el maridaje entre arte y hostelería es una tendencia al alza que enriquece la experiencia del viajero y aporta un valor diferencial al sector turístico español.

Comisaria independiente, crítica de arte y profesora en la Universitat Jaume I de Castelló. Compagina la docencia e investigación en el campo de las artes con el periodismo cultural a través de colaboraciones con medios como la SER o el periódico El Mundo.